martes, 14 de abril de 2009

COMUNICACIÓN ASERTIVA, UNA HERRAMIENTA QUE SIRVE TRANSVERSALMENTE

Javiera de la Plaza, sicóloga y autora del libro "Inteligencia Asertiva"
Pasamos tantas horas en el trabajo que si no aprendemos a relacionarnos, primero con nosotros mismos, luego con las obligaciones laborales, y finalmente con quienes compartimos gran parte del día, la vida puede volverse muy estresada y fuera de foco
Desde la asertividad, el objetivo final del ser humano es el bienestar personal o la felicidad a escala humana. Eso se obtiene a través de la conciliación de una serie de áreas, como la vida laboral, la pareja, los hijos, los padres, la vida cívica, entre otros.
La comunicación asertiva es una herramienta que nos sirve transversalmente, ya que la podemos implementar en cualquier relación.
Los ambientes laborales tienen su sello y es importante aprender a captarlos y a adecuarse a ellos, si éstos no pasan a llevar nuestros valores. También es primordial que la comunicación se efectúe de manera directa y sin complicaciones al interior de estos espacios, respetando los derechos de los demás. Para expresar los mensajes clara y directamente es fundamental considerar el modo de transmitirlos (comunicación no verbal) y el contexto.
Desde el punto de vista de la asertividad, la comunicación compromete un conjunto de herramientas que permiten transmitir los contenidos con el menor ruido posible. Esto facilita y transparenta los mensajes. También posibilita que quedemos tranquilos y sin culpa una vez comunicados dichos contenidos.
¿Disfrutamos de nuestro trabajo? ¿Qué lugar le otorgamos dentro de nuestra vida? ¿Para qué trabajamos? ¿Hemos creado un ambiente laboral grato y descomplicado? Estas son algunas de las preguntas esenciales que competen el mundo laboral y que todos nos hemos hecho alguna vez.
Para responder, examinemos nuestra propia conducta:
Si nuestros comportamientos son congruentes con los valores y pensamientos que tenemos respecto de lo queremos desarrollar en el trabajo, estamos en el camino asertivo. Que no se malentienda, en todo caso, que sentirnos motivados es sinónimo de tener un trabajo ideal. Muchos se pasan la vida esperando lo que consideran una actividad laboral tan exquisita, que sufren una gran frustración
Desde la asertividad, el disfrute del trabajo pasa por una serie de factores como hacer las cosas lo mejor posible e imprimirles un sello personal. Otro ítem es el de establecer el equilibrio entre la cantidad de horas que destinamos a lo laboral, y aquellas que dedicamos a la vida afectiva.
Dado que durante muchas horas diarias nos relacionamos con nuestros compañeros de trabajo, es importante que el ambiente psicológico, que depende de nosotros, sea el más armonioso posible, en un contexto de reglas claras y respeto que es primordial desarrollar y mantener en cualquier relación interpersonal, independiente de las jerarquías organizacionales.
Es bueno aprender a no enganchar con las rabias y agresividad de terceros, y modelar un estilo que tienda neutralizar las frustraciones ajenas.
Hay que diferenciar compañerismo de amistad, y sinceridad con pensamiento hablado.
Atención con la competitividad. Una cosa es luchar por ser mejores en nuestras labores y otra muy distinta es olvidar valores con tal de recibir un mérito o una recompensa por los logros alcanzados.
Aprender a trabajar en equipo es darse cuenta de que realmente a uno no se le hubiera ocurrido lo que al otro se le ocurrió. Significa que los sellos personales son importantes, pero que deben también potenciarse en una sinergia.
Finalmente, recordemos que no trabajamos sólo por dinero. Claro, este sí es importante especialmente cada final de mes. Pero convengamos en que lo que nos hace más felices y nos reconforta es el reconocimiento honesto de nuestro desempeño e ideas que hacen aquellas personas significativas, y que nos alientan a seguir mejorando.